Por Aurelio Nicolella
“Hegel dice
en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia
universal aparecen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de agregar:
una vez como tragedia y otra vez, como farsa.” Carlos Marx, (En su libro El 18 de Brumario
de Luis Bonaparte)
El coronel Mercante en su despacho |
En las elecciones de 1946, la gobernación de la provincia de Buenos
Aires fue ganada por Domingo Alfredo Mercante, militar de profesión y uno de
los que acompaño desde el golpe de estado de 1943 al General Juan Domingo Perón
en su “transformación de la sociedad política argentina”. Desde el principio
Mercante fue un fiel colaborador de Perón, fue uno de los artífices para que
las movilizaciones de obreros a Plaza de Mayo aquel 17 de octubre de 1945
pidiendo la liberación de su líder fuera un éxito. Se cuenta que personalmente
arengaba a la masa para que llegara lo más rápido posible a tomar posiciones claves
en la plaza histórica.
Una vez regresado Juan Domingo Perón de la prisión en la isla Martín
García, donde lo habían destinado después de su destitución, estuvo al lado de
este al pronunciar su histórico discurso en horas de la noche del mismo día
ante miles de trabajadores en dicha plaza.
Si el destino los había unido desde aquel 4 de junio de 1943, dicha
camaradería de armas y rebeliones militares la convirtieron en amistad íntima,
tan íntima que el mismo Perón le solicitó a Mercante que fuese su testigo de casamiento
civil con Eva Duarte. Un par de años antes Perón le había comprado a
Mercante la quinta de San Vicente, la
cual el tres veces presidente argentino reformó.
Fue Perón en persona quién lo propuso para las elecciones del 24 de
febrero de 1946 para la gobernación de la provincia de Buenos Aires, las que
ganó junto a su compañero de fórmula Juan Bautista Machado. En dicha contienda
electoral bonaerense, por la oposición, se presentaba el radical quilmeño Crisólogo
Larralde.
El día 16 de mayo de 1946 asume la gobernación en la ciudad de La Plata. Perón dos
semanas después asumiría su primera presidencia el 4 de junio.
En el sillón de Dardo Rocha, Mercante se caracterizó en ejecutar un
amplio plan de obras, controlando el gasto público. También se rodeó de
profesionales que provenían de la disuelta FORJA (Fuerza de Orientación Radical
de la Jóven Argentina ),
que apoyaron los cambios políticos que se venían dando en el país desde 1943. Éstos
fueron quienes le prestaron colaboración, asesoramiento, consejo y gente a la
gestión de Mercante al frente del primer estado argentino.
Los problemas laborales con los empleados estatales bonaerenses fueron
casi nulos, los pocos conflictos fueron resueltos sin mayores sobresaltos, cabe
recordar que el propio Mercante durante la Revolución de 1943 fue
interventor de la
Unión Ferroviaria , el mejor sindicato organizado de aquella
época, lo cual le dio capacidad de entender y solucionar los problemas
gremiales.
Se interiorizó y estudió la gobernación de Manuel Fresco (1936-1940) la
que era considerada, hasta ese momento, la mejor gobernación que habían tenido
los bonaerenses, pese a las simpatías hacia el fascismo que demostraba
públicamente Manuel Fresco.
Mercante en la Constituyente del 49 |
Por lo tanto Mercante puso en marcha la construcción de muchas obras
públicas, personalmente controlaba los gastos de éstas. Durante su gobernación
esa fue su obsesión. Así, en la distribución de gastos en el Plan Trienal de
Trabajos Públicos del período 1947-1949, aprobaba obras por el valor de
ochocientos treinta y seis millones de pesos, todo un récord hasta la fecha, y
en ramos como Hidráulica sesenta y ocho millones; Obras Viales trescientos
veintidós millones; Viviendas económicas setenta y ocho millones; Gastos de mantenimiento
de obras existentes ciento sesenta y siete millones; presupuesto que era
siempre suficiente y a tiempo, al igual que las obras.
Pero Mercante dio mucho impulso a la educación, su meta fue no descuidar
la enseñanza, así propuso y cumplió el plan integral de edificación escolar que
comprendía la construcción de mil quinientos cuatro edificios escolares, cifra
nunca antes alcanzada.
En 1951 funcionaban en la provincia tres mil trescientos cuarenta y un
escuelas frente a las dos mil quinientos cincuenta y dos del año 1946, cuando
asumió la gobernación.
Trabajaban en 1951 en la educación veinticuatro mil trescientos treinta
y siete maestros, en 1946 sólo diez mil.
En la administración Mercante, se proyectaron más de ciento sesenta
barrios obreros, en 1951, setenta y uno ya estaban terminados, en 1952 la cifra
se elevó a ciento nueve.
A esto se sumaban los préstamos hipotecarios accesibles a los sueldos de
empleados y obreros, que el Banco de la Provincia debía otorgar como entidad de fomento.
El tema vivienda se completó con la legislación de alquileres, que
tomaba el principio de la función social de la propiedad.
La educación contó con la creación del Ministerio de Educación, y por
primera vez, se jerarquizaba la educación en un gabinete bonaerense, dando
rango ministerial; se creó la ley de la obligatoriedad de los Jardines de
Infantes y se dio el puntapié inicial a la enseñanza superior en la provincia.
El reconocimiento fue tal entre sus pares convencionales, que Mercante,
el 24 de enero de 1949, fue designado Presidente de la Convención Nacional
Constituyente, llamada a reformar la “Carta Magna” argentina.
Pero tantos logros de buena gestión, lo hacen aparecer para una parte
del peronismo menos verticalista como un sucesor natural del General Juan
Domingo Perón, o por lo menos una alternativa democrática a futuro.
Los intelectuales que rodeaban a Mercante o miraban con simpatía su
gestión, admitían que el Coronel gobernador era más institucionalista que
General Presidente y por lo tanto una garantía.
Perón, Evita y Mercante |
Esto no tardó en llegar a oídos de Perón, que desde hacia rato sentía la
amenazante sombra de Mercante proyectarse sobre él, y las constantes suplicas
de su consorte Eva Perón de deshacerse del bonaerense, llevó a un
enfrentamiento entre ambos, la amistad que otrora afloraba quedó sepultada
quizás por una buena gestión política del amigo, mas allá de los límites
capitalinos.
Así, Perón, en el último tiempo de Mercante propició la intervención del
Partido Peronista Bonaerense, que junto a las maniobras impulsadas por Evita, siempre
trataban de apartarlo a Mercante de la actividad partidaria hasta “correrlo”
del mapa político.
Con dicho panorama, Mercante, el día 4 de junio de 1952, dejó la
gobernación a manos de Carlos V. Aloe, una persona más adicta y sumisa al
General Perón, éste incluso intervino en la gestión del nuevo gobernador,
nombrándole los ministros y secretarios, y monitoreándole su gobernación desde la Casa Rosada.
En 1953, Perón solicitó la expulsión de Mercante del partido peronista,
orden que fue cumplida y acatada por Mercante, quien se retiró de la política,
y la vida pública; pasó sus días recluido entre su vivienda de Buenos Aires y
su campo bonaerense, alejado de los vaivenes, proscripciones, persecuciones, y
exilios que sufría el líder y el partido político que él mismo ayudó a construir. Falleció en Buenos
Aires el 21 de febrero de 1976, un año y medio después de la muerte de su
ex-amigo y camarada y a treinta y cuatro días del golpe de estado contra la
tercera esposa de Perón, matrimonio del que no fue testigo de casamiento.
Como si la historia tantos años después nos volviera a revivir lo que
una vez sucedió; hoy vemos como el Ejecutivo Nacional, encabezado por CFK, y el
Provincial, encabezado por Daniel Osvaldo Scioli, repiten aquella historia, con
rasgos parecidos, pero no iguales.
La diferencia con el pasado es que CFK hoy no tiene la reelección
asegurada, como en la década del cincuenta Perón la tenía, con constitución
propia. Es impensado que Scioli, por mas presión que reciba, haga lo que
Mercante hizo de retirarse de la vida política y pública. Además hay medios de
comunicación más masificados e independientes; también CFK sabe de la intención
de Scioli de ser Presidente si ella no se presenta a la reelección, lo cual es
difícil que ella consiga. Lo que CFK tiene a favor es que Scioli no ha hecho
una buena gestión, (como Mercante, uno de los mejores gobiernos provinciales), aunque
el actual gobernador tenga un porcentaje de imagen positiva bastante superior a
la Jefa de
Estado.
La sensación es que la pelea recién empieza, y a veces a río revuelto
ganancia de pescadores.
Aurelio Nicolella, nació en
Lanús, provincia de Buenos Aires, el día 11 de septiembre de 1962, es abogado,
docente universitario, escritor, pensador e investigador histórico.
COLABORACIÓN
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