Por Aurelio Nicolella
“La perpetuidad de una persona
en el poder es indiscutiblemente peligrosa e inconveniente, lo convierte en
tirano y la única opción del oprimido es pensar en la muerte del opresor”
Carlos Alberto Freggia (Pensador Brasileño).
Hugo Rafael Cavéz Frías |
Un futuro incierto es lo que le espera a Venezuela.
No se puede negar que la incertidumbre se apoderó de la nación caribeña. Aunque
el vicepresidente en ejercicio de la primera magistratura Nicolás Maduro se
haya reunido con el titular del Poder Legislativo, Diosdado Cabello,
pretendiendo con ello querer demostrar que el gobierno bolivariano se encuentra
unido y compacto, igualmente todos los analistas internacionales en estas horas
son contestes en manifestar que las fisuras en la “Revolución Bolivariana” son
palpables y se ahondarán con el correr de los días si es que Chávez se retira
de esta vida terrenal.
Si Chávez murió, o esta agonizando, es algo que solo
los médicos y el entorno del Comandante saben. Lo cierto es que cuando la
noticia del deceso se deba difundir a la sociedad y el mundo, comenzara la
apertura sucesoria para saber quién es el heredero de Hugo Rafael Chávez Frías
y su Revolución Socialista del Siglo XXI, lo que sucederá en Venezuela son
situaciones muy comunes en regímenes que se tildan de democráticos, pero
realmente no lo son.
Al no existir el cambio en el poder o alternancia,
que haya habido elecciones no quiere decir precisamente que en el país del
prócer Francisco Miranda exista realmente un sistema republicano y democrático como
realmente debería existir en toda sociedad que se considere democrática.
Simpatizante chavista rezando |
Se llega precisamente al “caudillaje”, aunque este
termino hoy en día es remplazado por la palabra mas decorosa “Líder”.
En ese caudillaje lo único que se logra es que todo
el poder se concentra en una sola persona, y precisamente cuando esta persona
no esta, por equis motivo, entramos en lo que en geopolítica se denomina “vacío
de poder”. Es sencillo de entender el Caudillo-Líder para poder concentrar todo el poder debe
eliminar las instituciones republicanas y democráticas o al menos tenerlas
subyugada bajo su poder, negándoles cuando posibilidad de maniobra de libertad
e independencia puedan tener. Y precisamente eso es lo que sucede en la
Bolivariana Venezuela.
Un ejemplo contemporáneo demuestra esta tesis, el
caso de Charles de Gaulle en Francia, tenía poder y mando pero nunca sometió a las
instituciones republicanas francesas, se puso al hombro la resistencia francesa
contra los nazis hasta la liberación de Francia continental, presidió el
gobierno provisional de 1946, retorno al llano, comenzó su carrera política democrática
siendo Primer Ministro de la Cuarta República y luego cuando el país galo se
vio envuelto en la Crisis de Argelia no dudo de enfrentar los nuevos tiempos y
hacerse cargo de la fundación de Quinta República que perdura su sistema de
instituciones públicas hasta nuestros días. Pero cuando los vientos de cambios
producidos por el “Mayo Francés” en 1968, la situación imperante y el haber
perdido el referéndum de 1968 decide que se retire a la vida privada.
Sus
palabras de aquel momento fueron “De Gaulle se retira para que la Francia Republicana
viva y no se convierta en una dictadura”. Para De Gaulle el pueblo francés era quien debía decidir
su destino, quien debía gobernarlo y eso fue el criterio que uso desde que comenzó
a incursionar en la vida pública francesa, no hubo reformas constitucionales realizadas
para perpetuar al líder en el poder, si hubo reformas para hacer más fuertes a
las instituciones republicanas, en momentos de crisis.
El petróleo venezolano la caja chavista |
Sin embargo Chávez con su política generó una
Venezuela “chavezdependiente”, reformó la constitución a su gusto para
perpetuarse en el poder, se presentó a elecciones sabiendo que se encontraba
enfermo de salud y eso era contraproducente para el país. Confisco o expropio,
término que mejor le guste elegir al lector, primeramente cuanto medio público
de comunicación le fuera contrario a sus políticas, con el fin de acallar
cualquier voz de oposición, y no dudó de apropiarse por la fuerza de empresas
privadas para pasarlas a la orbita estatal y poder con ese fin generar
suculentos negocios, se alineó con personajes como el presidente de Irán Mahmud
Ahmadineyad, quién no solo viola derechos humanos en su país sino que no
dudaría en borrar de la faz de la tierra a Israel y a los judío. También llegó a establecer
abiertamente relaciones diplomáticas con Corea del Norte o regalar el petróleo venezolano
al régimen de Fidel Castro.
El dilema venezolano es como será tratar de salir
adelante en la era post-bolivariana, porque como los siameses, la Revolución
Socialista del Siglo XXI de Chávez nació junto a la personalidad de su líder,
muerto uno, mueren los dos. Sea quien sea quien le sustituya, ha cambiado el
panorama político venezolano.