"Quiero más una libertad peligrosa que una servidumbre tranquila" MARIANO MORENO

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LA “GRIETA” ES UN MONSTRUO GRANDE Y PISA FUERTE

Por Aurelio Nicolella.
La sociedad argentina nunca se la vio tan dividida en estos últimos 40 años, el colmo es la pobre desaparición de un “militante”, que no deja de ser un ciudadano como cualquiera con obligación y “derechos” igual a cualquiera.
 
Pero desde que desapareció este joven, el bando que apoya al gobierno ha sido capaz desde el periodismo a fin hasta el último simpatizante de Cambiemos de crear cualquier cosa a fin de justificar o que no manche a la actual administración. Así en las últimas horas anduvo circulando en las redes la teoría de que a Santiago Maldonado lo habrían herido de muerte en un altercado con un puestero “mapuche”, que lo escondieron hasta hoy, que la justicia lo difundirá cuando venza el secreto de sumario el día domingo, encima en las redes envían la fotografía de un joven en una morgue no identificada para hacerlo ver como que es Santiago Maldonado, que todo esto es una operación del “kirchnerismo  residual”, etc…
 
Uno se da cuenta que esta todo “fogado”(1), desde el algún escritorio. Se busca con ello la protección de alguien, ¿de quién?, no se sabe, ¿de la Gendarmería Nacional?, seguro que no, ya la hubieran entregado para que fuera el pato de la boda.
 
Nadie discute que el presidente Mauricio Macri, o su ministra de seguridad Patricia Bullrich, hayan sido autores de dicha desaparición, o tengan un proyecto para hacer desaparecer personas, lo que muchos si dicen, es que llama la atención negar por parte de la ministra Bullrich que la Gendarmería Nacional no hubiera participado en el hecho, y que su jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad, Pablo Noceti, que es el funcionario señalado por todos en la brutal represión a la comunidad mapuche “Pu Lof”, estaba de paso por allí, cuando en un reportaje radial, nada menos que Radio Nacional de Esquel el día después manifestó haber “comandado” la represión.
 
Hay por lo menos dos asuntos que la ministra, hoy cuestionada y que ya el cargo le queda grande, no están claras. Una es por qué el ministerio negó primero la presencia de Noceti en el lugar de los hechos y la otra es por qué defendió de entrada a la Gendarmería Nacional, cuando todavía no había elementos de prueba para ello. Este último punto ni siquiera es explicado con claridad por los funcionarios. Algunos aseguran que la defensa ciega fue para evitar un desmadre en la fuerza, poco creíble, ¿porque motivo?, si no tuviera nada que ver.
 
Esa “negación” de la ministra es la que hoy tipifica el delito de “desaparición forzada de personas” y que habilito a las organizaciones de derechos humanos, junto con la ONU y la CIDH a solicitar al gobierno nacional aclaración urgente del tema.
 
Ante un hecho de tamaña envergadura en donde el gobierno no pone la barbas en remojo, produce que esa grieta se agigante, el viernes en la segunda marcha por la “Aparición por vida” de Santiago Maldonado, pese a los disturbios posteriores, que siempre suceden tanto en este gobierno como en el anterior a posterior del acto y cuando se está en el final de la concentración, eso es llamativo, ha demostrado que una cantidad de personas no quiere volver al pasado más negro de la historia de la Argentina.
 
Cabe recordar que los primeros “desaparecidos” de la historia argentina se produjeron ante la negativa tardía de los gobiernos en reconocer los hechos, así el primer desaparecido fue Joaquín Penina, un anarquista español que desaparece tristemente en Rosario un 9 de septiembre de 1930, a tan solo tres días del primer golpe de estado en la República Argentina contra el gobierno de Hipólito Yrigoyen.
En cambio en el segundo caso, Juan Ingallinella, médico y político militante del Partido Comunista, desaparece en forma confusa durante el segundo gobierno de Juan Domingo Perón en junio de 1955, poco tiempo tuvo para aclarar la situación el gobierno peronista, un par de meses después era destituido y luego el gobierno “de facto” de la Revolución Libertadora exploto el hecho con el fin de demostrar lo feroz del gobierno peronista, empezando el comienzo de la represión y matanza por parte del terrorismo de estado con los “Fusilamientos de José León Suárez”, que tan bien documento el periodista Rodolfo Walsh.
 
El otro desaparecido fue Felipe Vallese, militante de la Juventud Peronista, otro detenido-desaparecido de la historia contemporánea argentina, su secuestrado el 23 de agosto de 1962, donde consta que fue visto brutalmente torturado en una comisaría de Villa Adelina, todavía resuenan en las calles el canto popular “Un grito que estremece, Vallese no aparece”
 
Hasta llegar a Ángel Enrique «Tacuarita» Brandazza, quién también desaparece en Rosario el 28 de noviembre de 1972) y que fuera un militante social católico, su caso es emblemático ya que su desaparición y asesinato es el caso más antiguo recogido por la Co.Na.De.P. (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas),
 
El patrón siempre se repite, la negativa y la defensa de esa negativa es como un rezo interminable de parte de quién debe dar explicaciones de los casos.
 
¿Qué sucederá con el caso Santiago Maldonado?, el silencio impuesto a los gendarmes en algún momento se quebrara, sus superiores saben bien, que si se mantiene la caratula de “desaparición forzada de personas” la imprescriptibilidad del delito hará que en un futuro se abran causas en su contra y que terminaran pagando el pato de la boda mientras los actores políticos por una u otra causa terminaran como se dice en la jerga “zafando”, igual los políticos siempre zafan.
 
La institución de la Gendarmería Nacional, creada para ser “Centinela de la Patria”, un lejano 28 de julio de 1938 con la misión de consolidar los límites internacionales y garantizar la seguridad de los colonos y habitantes de las regiones alejadas del país. 
Hoy dicha noble institución que tuvo su bautismo de fuego en la guerra de Malvinas con el famoso “Escuadrón Alacrán” se ve envuelta en una trama en donde los principales actores son propietarios extranjeros de tierras que ni saben dónde quedan sus propiedades, pueblos originarios que piden ser tenidos en cuenta, un pueblo unido como nunca antes visto que pide una aparición con vida y un gobierno nacional que ha dado con sobradas creces que los derechos humanos como política de estado no le interesa.
 
La desaparición forzada de Santiago Maldonado ha hecho discutir esta última semana a mucha gente. Discuten sobre las responsabilidades de la desaparición del joven, discuten sobre la nación mapuche, que Israel está interviniendo la Patagonia, hasta se habla de las invasiones inglesas, se ha discutido y armado debates por la discusión de esa desaparición en el colegio, se discute sobre un aprovechamiento político de la marcha del viernes, de la desaparición propia, se discute sobre los “grafitis” aparecidos en las paredes del histórico Cabildo de Buenos Aires, de los incidentes en la Plaza de Mayo y alrededores.
 
Pero, lo más triste aún que se escuchó a mucha gente justificar la desaparición de Santiago Maldonado, incluso que festejarla, parafraseando a la mítica canción de León Gieco, sin dudas la grieta es un monstruo grande y pisa fuerte.