Por Aurelio Nicolella
La ideología comunista tiene dos aspectos: negación de la ideología burguesa y un sistema filosófico, económico, social y político encuadrado en la centralización de la de persona dentro de la sociedad, la libertad individual cesa ante el principio de bienestar común, pareciera ideal esa sociedad, pero lo cierto que al negársele al hombre su derecho natural de decidir se lo condena a obedecer, por eso es necesario en los sistemas comunistas sean estos marxistas-leninistas, maoístas, guevaristas, trokistas o estalinistas, el autoritarismo y la reeducación del ser humano con el fin de cambiar ese derecho o estado natural a la libertad individual que innatamente posee el individuo.
Sabemos que el comunismo va en contra de toda propiedad privada de los medios de producción, debido a que éstos deben pertenecer al proletariado por ser estos su fuente de riqueza y producción, aunque provisoriamente deba ese proletariado se dirigidos por camaradas más capacitados (léase jerarcas del sistema).
El comunismo ha propagado insistentemente como su bandera de batalla “la sociedad sin s sociales” y esta es su principal crítica ya que es imposible porque se considera que la sociedad sin clases sociales es imposible.
El fundamentalismo o fanatismo procaz es la característica genética que sobresale en el A.D.N. del comunismo cuanto más marxista más fundamentalismo, donde el razonamiento es desplazado por la ideología. Así en la humanidad al día de hoy el comunismo ha producido la muerte de casi doscientos millones de personas.
La excusa de la no realización de esos ideales en tiempo y forma, de sociedad perfecta, siempre es atribuida por sus jerarcas al capitalismo imperialista, el pretexto perfecto, el liberalismo burgués no quiere perder sus privilegios y por eso procede de una forma dominadora sobre trabajador proletariado; aunque la realidad demuestra que dichos dirigentes comunistas son los más preocupados en que siga esa división de clases.
En síntesis vemos en el comunismo es la idealización de ese nuevo hombre, de una nueva sociedad, donde solamente los mejores y más aptos son dignos de pertenecer a ella como individuos.
Y así comienzan por el aborto porque es la mejor manera de desarraigar lo que molesta, lo que no sirve y lo que impide el progreso idealista; se sigue por la eutanasia porque hay que eliminar lo débil, lo enfermo, lo crónico y lo terminal; se continúa con los homosexuales porque es lo que transmite debilidad, enfermedad, inmundicia y degeneración; después que todo lo débil está controlado, se avanza con la prohibición religiosa y persecución de las iglesias y credos, con los extranjeros; acto seguido con los opositores políticos, luego con los del propio partido que se opongan a la implementación de la sociedad ideal lo que son acusados de traidores (Caso León Trostky), y así sucesivamente hasta quedar ellos, los de la clase dirigente, como los “superhombres de la nueva sociedad”
Lamentablemente esto es el comunismo, Una doctrina, centenaria, basada en la ideología de una nueva sociedad, pero carente de base científica, que termina afectando precisamente a quienes pretende defender e igualar, los pobres de una sociedad.
Así sucedió en la Unión Soviética (U.R.S.S.) y sus países satélites, y hoy lo siguen padeciendo los habitantes de China, Camboya, Vietnam, Cuba, Venezuela, Nicaragua etc. es la realidad la que mejor define al comunismo y sus tendencias.
Así sucedió en la Unión Soviética (U.R.S.S.) y sus países satélites, y hoy lo siguen padeciendo los habitantes de China, Camboya, Vietnam, Cuba, Venezuela, Nicaragua etc. es la realidad la que mejor define al comunismo y sus tendencias.
