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EL CHILE DE HOY

Por Aurelio Nicolella


El Chile que se viene, será un Chile distinto al que se conocía antes del 27 de febrero de 2010, a esa fecha se estaba en presencia de un país que se encontraban a pasos de salir del subdesarrollo, aunque había hoyos de pobrezas, producto de las desigualdades existentes en todo el subcontinente latinoamericano; algo que ninguna de las democracias de la región ha podido resolver.
Pero las imágenes dantescas de autopistas santiaguinas derrumbadas con autos dados vuelta, ciudades y poblados desvastados, gente deambulando buscando a sus seres queridos, comunicaciones interrumpidas, es la estampa del cataclismo que ninguna sociedad desea ver.
Se calcula que el sismo del sábado 27 de febrero y las replicas han dejado a la economía chilena en casi un nocaut técnico financiero y económico, se calcula que los daños producidos alcanzan a mas de 30.000 millones de dólares estadounidenses, la perdida de empleo subió en un 8 por ciento situando a la gente desempleada del país en la cifra del 12 por ciento, se perdieron mas de 100.000 puestos de trabajo en una economía donde la población económicamente activa no supera los 8.000.000 de personas, eso es ya mucho decir, cualquier economía puede con dicha cifras colapsar.
El fenómeno natural provocó que se viera afectada la extracción de cobre, el mayor exportador mundial de dicho metal. La producción en las cuatro minas más importantes del país, que aglutinaban aproximadamente el 20% de la capacidad del Estado, fue interrumpida como consecuencia del sismo y ocasionó que el precio del cobre registrara su mayor subida en 11 meses, con un alza de 6,2% en un solo día.
Las pérdidas humanas suman mucho más de las que dicen oficialmente, por prudencia gubernamental se trata de evitar el tema, por eso las autoridades gubernamentales han preferido no recurrir a la ayuda internacional de rescatistas, médicos y personal especializados en catástrofes de esa índole, eso haría ver a la comunidad mundial la situación real del país sudamericano, solamente Argentina y Perú han mandado hasta hoy hospitales de campañas.
Tal catastrófico ha sido el terremoto y sus replicas que un rescatista de las fuerzas de seguridad ha manifestado que la cifra alcanzaría a mas de 2.000 muertos, para aseverar su comentario agrega que "... hay que tener en cuenta señor que el sismo fue de madrugada cuando todos estaban durmiendo. A diferencia del terremoto de Valdivia del 60 y su replica que fueron a las 6 de mañana y a las 7 de la tarde el de mayor intensidad, además fue mucho mas lejos de los grandes centros habitados..."
También se pudo ver que el grado corrupción y relajamiento de las entidades de contralor de viviendas, así edificios, condominios y hogares colapsaron o quedaron inhabitadas, dejando a sus moradores durmiendo en la vía publica, algunas de ellas ni siquiera tenían mas de dos años de antigüedad, no tenían las medidas de prevención antisísmica, que las autoridades exigen, teniendo en cuenta que Chile es el país donde mayor intensidad sísmica del mundo se registra, una distensión total por parte de la administración pública.
Así Chile en menos de 24 horas se encontró con saqueos, parecían cosas de las grandes urbes como Buenos Aires de 2001 o Caracas del '92. Por los saqueos y robos tuvieron que llamar a los militares para que pudieran poner el orden, sumado ello al toque de queda que no se aplicaba desde la época de la dictadura pinochetista, dieron un cuadro surrealista imposible de pensar pocas horas antes.
La realidad que se le presenta al gobierno de derecha, próximo a asumir en sus funciones es nefasta, antes del 27 parecía que Sebastián Piñera recibiría de la izquierda chilena un país en vías de desarrollo en las mejores condiciones, tanto industriales, como sociales, en plena expansión económica, el sueño de todo presidente latinoamericano, esperar recibir en el traspaso de mando un país ordenado, pero una semana antes solo quedo parte de ese recuerdo.
Como será de aquí en adelante el Chile que veremos, será una incógnita. El gobierno de Piñera deberá preveer la ayuda humanitaria, reconstruir buena parte de la economía y del sector industrial, la VII región del Bío Bío la que mas duramente fue castigada por el terremoto, deberá tener prioridad, mas aún teniendo en cuenta que el segundo conglomerado urbano del país Concepción-Talcahuano se halla devastado, la economía se resentirá en los próximos los meses, se perderán horas hombres de trabajo, y seguramente como el estado deberá primeramente indemnizar a muchos comerciantes e industriales, tanto por los saqueos como por los productos y mercaderías que han debido entregar en el caos generado por imposición gubernamental, harán temblar al tesoro público, el que también se vera sacudido por los subsidios que deberá hacer entrega a los damnificados para la reconstrucción de sus hogares, donde habrá menos recaudación impositiva y al agravarse el déficit fiscal repercutirá en la economía. El fantasma de la inflación, aunque todavía no ronda por Chile, puede llegar.
Seguramente la risa de Sebastián Piñera ese 17 de enero de 2010 a la noche contrasta con la expresión de preocupación de ese 27 de febrero de 2010.

Aurelio Nicolella, nació en Lanús, Provincia de Buenos Aires, el día 11 de septiembre de 1962, es abogado.