Por Aurelio Nicolella

Ese deseo del pueblo italiano está lejos, las cifras de Italia hoy son las más alarmantes para la Unión Europea, una República con casi 17.500.000 de personas en la línea de pobreza; casi 6.000.000 en pobreza absoluta o indigencia esto es el 10% de la población total italiana.
En la Italia del gobierno de transición del Presidente de Consejo de Ministros (Primer Ministro) Paolo Gentiloni, que fuera el Ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional de Matteo Renzi; en la Italia de hoy una persona se encuentra en la línea pobreza cuando un grupo familiar percibe solamente 800 euros al mes como sostén de todo el núcleo familiar. Cifras que surgen del I.S.T.A.T. (L'Istituto nazionale di statistica), el ente nacional italiano de estadísticas. Se debe acotar que las jubilaciones (en italiano: pensione) la mínima es de 400 euros la que la percibe casi un 40 por ciento de las personas pasivas.
Cada 14 familias
sobre 100 en Italia no se pueden permitir una alimentación equilibrada con
alimentos proteicos cada dos días.
Otro factor negativo del actual gobierno post-Renzi es la juventud italiana, se encuentra desilusionada, solamente el 8 % de los que se diploman en una Universidad o Instituto terciario consiguen trabajo en los primeros doce meses, un 10% en los doce siguientes meses, pero el 60 % está condenado a no conseguirlos nunca y terminar trabajando en puesto laborales por los que no se perfecciono, aceptando sueldos magros.
Según datos del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo con sede en Londres; otro factor desequilibrante es que la juventud italiana, no hay cifras oficiales pero se calcula en 15.000 por año la fuga al exterior de jóvenes manifestando que dichos jóvenes se encuentran capacitados universitariamente, tienden a emigrar, y estos son sus destinos: hacia Alemania un 30%, los países de la Unión Europea en mejores situaciones económicas que Italia un 20%, Estados Unidos de América un 10%, el resto a América del Sur principalmente Brasil, Argentina y Chile.
La inmigración clandestina es tema con aristas negativas en la política como en la economía a futuro de Italia, la cantidad personas que arriban a Italia para seguir hacia Alemania “La Meca” europea y quedan taponadas en la península hace que exista una mano de obra no capacitada y barata que produce más desocupación a los propios italianos que deben afrontar impuestos cada vez más altos. Hoy la desocupación supera todo lo imaginable oscila entre un 33% para los mayores de 25 años y para los menores de 25 años está en un 37%, son las más alta de toda la Europa Unida, cifras realmente tercermundistas.
Las fuerzas armadas italianas comienzan a tener problemas en su equipamiento, su material comienza a ser obsoleto ya que no se lo renueva, Italia forma parte de la O.T.A.N. (Organización del Tratado del Atlántico Norte), lo cual obliga a mantener su arsenal militar en condiciones, ya que deben ser co-garantes en la lucha antiterrorista internacional. Pero además su personal comienza a sentir los estragos de una economía en recesión, esto se nota en comparación con los sueldos de sus colegas ingleses, franceses u otras fuerzas armadas de la coalición.
El comercio italiano está en deceso debido a la caída de sus exportaciones, la balanza comercial de la otrora quinta potencia económica mundial declina ante la competencia industrial de los países asiáticos. Si sumamos que el nuevo presidente de los Estados Unidos de América ha manifestado su intención de ir a una economía proteccionista para su país, haría perder un mercado donde la balanza comercial es favorable al país peninsular. Los teóricos de la economía sostienen “el mercado que se pierde es difícil recuperarlo o reemplazarlo”.
Los empresarios italianos emigran con sus activos a la Europa del este, donde existen exenciones fiscales, las cargas impositivas son menores a las que el estado italiano impone a los empresarios.
La banca internacional y el Banco Central Europeo han acorralado a Italia, el gobierno destino 20.000 millones de euros para fortalecer las entidades bancarias que presenten problemas financieros, el caso emblemático ha sido el rescate del “Monte dei Paschi di Siena” el banco más antiguo de Europa.
Por eso con estos
parámetros se preguntan muchos italianos si no es más conveniente irse de la
Unión Europea que estar en una terapia
intensiva eterna, los partidarios de retirarse cada día son más y muchos
sostienen que dicha unión puede colapsar y solo los países como Alemania y
Francia podrán salir ilesos de esa catástrofe.
El “Movimento 5
Stelle” (Movimiento 5 Estrellas) que preside el cómico venido a político Beppe Grillo, se ha expresado en varias
oportunidades a favor de celebrar otro referéndum para decidir sobre el futuro
de la permanencia de Italia en la Unión Europea, el diputado de dicha
agrupación Luigi Di Maio ha manifestado: "Queremos celebrar un referéndum
consultivo sobre el euro, dado que la moneda común europea que está vigente no
funciona. Necesitamos tener divisas nacionales o un tipo de segundo Euro",
El Movimiento 5 Estrellas ha propuesto introducir dos tipos de divisas en
Europa: una destinada al uso en los países "ricos" del norte europeo
y la otra para la circulación en los demás Estados de la Eurozona. Algo
parecido como sucede con el Franco de la comunidad financiera africana en donde
existen dos monedas de acuerdo a la región, divisas estas independientes entre
sí. Ello permite los ajustes económicos que se necesiten.
La política del anterior
gobierno de Matteo Renzi se aboco solamente a reformas políticas más que
económicas, pretendiendo el “Premier italiano” que habiendo de conseguir dichas
reformas que giraban en lo financiero solamente se reactivaría la industria
nacional. Su gran jugada fue la reforma constitucional del domingo 4 de
diciembre, y le salió mal.
Con estas cifras es muy difícil que una proposición como la que otorgaba Renzi a sus gobernados prosperara, los italianos sienten que lo que desean es trabajo y paz. Por eso se convirtió en un plebiscito sobre su gobierno más que en un referéndum sobre reforma constitucional.
El balance del gobierno del Partido Democrático, es netamente negativo para Italia, el país del Dante ha quedado atrapado en una encrucijada, se lo presentaba al florentino como el niño mimado de la Unión Europea, solo ver como Angela Merkel manifestó su descontento con los resultados del referéndum que le costó el cargo a su “protegido”, dan un idea de ello, nadie quiere gobiernos en Europa de extrema derecha ni de extrema izquierda.
Hoy muchos analistas del mundo se preguntan y los italianos también: ¿Fue necesario gastar tantos millones de euros?, para querer encontrar una solución mágica como Renzi se la vendía a sus conciudadanos, o solo, ¿Fue una maniobra para perpetuarse en el poder? Como si fuera un político populista. El pueblo milenario de Italia tendrá que dar la respuesta, en pocos meses serán llamados a las urnas para que un gobierno surgido de la voluntad popular comience a hacer realidad lo que el expresidente Sandro Pertini pensaba de su pueblo.