Por Aurelio Nicolella
en Plaza de Mayo a dar leña a los opositores lo que desembocó en bombas, incendios y persecución política tanto a partidarios de la oposición como a comerciantes, precedido ello de una inflación incontrolable.
Se aplicó el estado sitio los partidarios del régimen comenzaron con quemas en la Casa Radical del Pueblo, el Partido Demócrata, el Jockey Club, el "Petit Café" todas realizadas con la arenga de su líder y fueron detenidos dirigentes de la talla de Ricardo Balbín, Arturo Frondizi, Federico Pinedo, Alfredo Palacios, y Nicolás Repetto entre otros.
En cuanto al dirigente radical Roque Carranza, que fue denunciado como autor intelectual fue detenido y acusado de haber hecho estallar una bomba en el subterráneo de la línea A, se supo que fue obligado a autoincriminarse bajo tortura, pero finalmente en junio de 1955 durante el mismo gobierno justicialista fue sobreseído de los cargos imputados.
También hubo persecución a los judíos al grito de “Judíos de mi... vayasen a Rusia”, ello comprueba la judeofobia del justicialismo.
Los ataques de los partidarios del peronismo produjeron entre cinco y siete muertos y más de noventa heridos.
El peronismo demostró así que era un régimen dictatorial y autoritario que se acentuó aún más desde la muerte de la primera dama María Eva Duarte, evidentemente había perdido el rumbo, y sumado a que no exista la libertad de opinión ya que a través de la Subsecretaría de Informaciones y Prensa dirigida por Raúl Apold se dirigía una fuerte censura. Todo ello desembocó en los alzamientos militares de junio y septiembre de 1955.
Roque Carranza fue sobreseído por el juez en junio de 1955 todavía gobernaba Perón como dijimos. Años más tarde y luego de su fallecimiento después de haber sido Ministro de Raúl Alfonsín se le puso el nombre a una estación de los Subterráneos de Buenos Aires, la misma fue nombrada con su nombre por el Concejo Deliberante de aquel entonces de la Ciudad de Buenos Aires, la nota es que los ediles justicialistas no se opusieron.
