Por Aurelio Nicolella
Hoy en Argentina es común escuchar decir lo ventajoso que es irse a vivir a la República Oriental del Uruguay, ¿Pero es tan así?, ¿Es tan fácil?, ¿Conviene? O es simplemente un deseo que nace de la bronca y la rabia de muchos argentinos que ven su realidad futura muy negra, por la recesión, la inflación y el déficit fiscal que los agobia sin mencionar la corrupción y la inseguridad.
Primero deberíamos tener en cuenta que la historia de Uruguay y la Argentina aunque se crea que sean un calco, no es tan así, que no solo nos separa el ancho río y el fútbol, son muchas más cosas, algunas de ellas pequeñas y otras con mayor volumen, por nombrar solo algunas Uruguay nunca se propuso ser un país para acoger inmigrantes, al contrario de Argentina lógicamente con más territorio tuvo necesidad de una inmigración fuerte.
En Uruguay los políticos y dirigentes como la burguesía, mayoritariamente esta campesina, veían una amenaza a principio del siglo XX la población extranjera, anarquista, socialistas, y comunistas venían con ideas revolucionarias para una sociedad conservadora, esa dirigencia era lo que miraba lo que pasaba en el vecino país Argentina.
Los hechos que ocurrían en Argentina a principios del siglo pasado despertaron a esos dirigentes proceder a iniciar algunas reformas como ley de divorcio, leyes laborales y asistencialismos a los menores de edad, etc… mientras se ponían muchas exigencias para el ingreso de extranjeros al país.
Uruguay se cerró, no existió una industrialización del país y se vivió de lo que el campo generaba, luego a mitad del siglo pasado mientras sus vecinos Brasil y Argentina se industrializaban y comenzaban a surgir una nueva burguesía esta vez industrial, en Uruguay en cambio comenzó a ser una importante plaza financiera y bancaria para esos grandes industriales para poner a salvo sus ganancias de los impuestos de sus respectivos países, es el periodo en que se la llamaba a Uruguay como la “Suiza de América” que duro hasta comienzo del Siglo XXI cuando comenzaron a regir nuevas reglas en el mundo y se procedió por parte de los países a perseguir a paraísos fiscales.
El sistema que se implementó en el Uruguay fue el de un país con poca población y demasiados ricos que es la clase dominante, al haber poca población hay pocas confrontaciones o es más fácil de solucionarles los problemas a esa clase baja, en síntesis al no existir proletariado no hay desestabilización social. Es por ello que en Uruguay la clase media se confunde con la clase menos pudiente, es lo que acontece en todo sistema conservador de gobierno. La izquierda uruguaya aunque estuvo en el gobierno no pudo torcer lo que desde hace años se encuentra incrustado en la sociedad uruguaya.
Un ejemplo de ese sistema político conservador se basa entre otras cosas en una buena educación pública accesible para todos los habitantes, igual es una matriculación de alumnos baja en comparación a otros países de la región, precisamente por la poca población del país, con lo cual no se genera un gasto exorbitante.
Por lo explicado hasta aquí es por eso que el en Uruguay no hay demasiadas marchas, piquetes, reclamos en la vía pública, la central obrera y/o sindicatos son pequeños para poder hacer sentir sus reclamos, muy distinto a los sindicatos argentinos sean estos peronistas o de izquierdas que al tener mayor cantidad de afiliados el poder de movilización es mayor y se hace notar.
Pero la pregunta es: ¿Qué busca el gobierno uruguayo de Lacalle Pou?, el presidente uruguayo viene de una casta política que gobernó directa o indirectamente el país, hoy la alianza que lo llevó al gobierno, alianza en la cual hay que decir se encuentra todo el espectro de la centro hasta la ultra derecha conservadora, es la única que puede implementar un proyecto y ejecutarlo de ingreso de extranjeros, con plata, ese es el fin, una inmigración seleccionada. Para el argentino que piensa en emigrar a Uruguay debe saber que si a billetera no está llena de papelitos colores verdes le será imposible radicarse.
Uruguay, aunque los argentinos la aprecien como un país hermano, deben saber una máxima que existe en el derecho tributario que aquel “país lleno de ricos donde se pague pocos impuestos requiere si o si que haya poca gente, eso es lo que sucede en los paraísos fiscales”
Lo cierto es también que esa gente que escapa de sus países de origen no han hecho sus negocios en esos pequeños países donde hoy van a querer residir, porque no hay volumen de negocio, al haber poca población y consumo, no se genera fortuna, Singapur, Hong Kong, Luxemburgo, Liechtenstein hasta San Marino son ejemplo de ello. O sea la plata la hacen donde hay mucha gente, donde evaden diciendo que la plata de los impuestos se la roban etc.., y son ellos mismos los que fugan su plata generando pobreza en los países que les dieron sus riquezas y riqueza en los países que los acogen. Uruguay en ese sentido no quiere recibir muchos argentinos de buena voluntad que lo vayan a poblar.
Uruguay quiere recibir argentinos con fortuna, no va a aumentar mucho su población, pero si aumentaran las cajas de los bancos, para muchos argentinos que suelen pensar en Uruguay como la alternativa de fuga y de una vida mejor será una simple quimera.