Una
película española de la década del cincuenta retrata mejor que nada lo que los
argentinos estamos viviendo, el film “Bienvenido, Mister Marshall”. Es una
película española de 1953, dirigida por Luis García Berlanga, un film crítico
realizado bajo el régimen franquista que fue tolerado para mostrar que en la
“España Falangista” no había censura. En cierta manera es una fábula cómica que
se inspira en las obras del neorrealismo italiano particularmente de “Milagro en
Milán” de Vittorio de Sica.
La
trama del film habla de un pequeño pueblo del interior de España al cual se
rumorea que los estadounidenses irán a visitar con ocasión de la presentación
en España del Plan Marshall (1). Ese plan, iniciado en
Estados Unidos en 1947, consistió en ayudar a países europeos a recuperarse
tras la cruel Segunda Guerra Mundial y con ello poner un freno a la expansión
del comunismo soviético en Europa occidental. A partir de entonces, el día a
día de los pueblerinos, del alcalde y del cura se centrará en preparar esa
esperada visita. Una visita que nunca se producirá, debido a que el Plan
Marshall nunca llegaría a España, ya que el régimen franquista era mirado con
cierta reticencia por el gobierno de Washington. Pasarán un par de años más
para que España, ya ingresada en las Naciones Unidas el 14 de diciembre de 1955,
fuera una aliada incondicional estadounidense.
El
gobierno de Cambiemos de Mauricio Macri llegó al poder en la República Argentina
prometiendo, entre tantas cosas, que realizando un ajuste llegarían las
inversiones que pondrían en marcha la economía nacional. Han pasado más de diez
meses y esa catarata de inversiones no llega y no se ven en el horizonte.
Pero
la pregunta es: ¿Podrán venir esas inversiones, esos dólares tan deseados, el
combustible que hará liberar la energía para el crecimiento nacional? Lo cierto
es que, en este mundo globalizado, la política de una nación debe ser vista con
una profunda mirada geopolítica (2) más allá de sus fronteras.
El
mundo está atravesando un cambio radical nunca visto desde el fin del último
conflicto mundial. Ese cambio se está produciendo en lo social, lo ambiental y
por supuesto en lo económico. En lo económico, la concentración de poder en
manos de unos pocos es cada vez mayor, lo que genera índices de injusta
distribución de bienes.
Europa
está atravesando un momento económico pésimo, la salida del Reino Unido de la
Comunidad Europea es una de las situaciones planteadas. Otros son los índices
de pobreza, basta con ver los porcentajes para Europa, la media del viejo continente
está en casi un 17,3%. Los expertos coinciden en que es un índice elevado y que
de un análisis realizado se proyecta en alza. Así, países como Italia tienen un
28,7 % de su población en la línea de pobreza o sea casi 17.500.000 de sus
habitantes; los países del antiguo bloque soviético, como Bulgaria, Rumania,
Croacia, Letonia, Lituania superan el 30% de pobreza, España un 25,4%; Portugal
un 23%; Grecia un 24,0%, en este caso sería superior pero los subsidios
estatales hacen que el porcentaje helénico disminuya. En Alemania, la
locomotora de la Unión Europea, el desempleo crece y hoy se ubica en un 8,0% y
Francia está en un 13%, son elevados también en los países escandinavos con un
promedio de casi el 8%. Todo esto sumado al gasto que Europa destina a combatir
el terrorismo internacional que es el más elevado de la post-guerra.
Esto
en cuanto a Europa, pero la situación de los Estados Unidos de América no es
distinta. El país más poderoso del mundo se encuentra en un estado de recesión,
la dinámica económica de antaño en el gran país del norte no se ve, así la
pobreza ha aumentado en septiembre de 2014, el porcentaje de pobreza de Estados
Unidos creció hasta el 20,1% (casi 50 millones de personas), y el índice de
crecimiento es bajo, no supera el 2% anual en el mejor de los casos, creando
con ello una desigualdad social no vista desde la crisis de 1929, la tasa de
desempleo llega a casi un 15,8 (o sea casi 27 millones de personas).
China
es un caso especial. Desde junio ha experimentado dos estallidos bursátiles,
una abrupta disminución de sus exportaciones, la peor caída de la producción
fabril en años y una devaluación de su moneda, lo que originó desempleo en casi
un 7,07%, aunque esta cifra debe ser tenida muy en cuenta como cierta ya que
China es muy reticente a informar datos económicos internos. Pero sus productos
llegan a ser menos competitivos, sumado a un mundo escaso de divisas, lo que
producirá lo que se pronosticaba como un “boom amarillo”, éste hoy en duda.
En el
país del sol naciente, Japón, el panorama no es más alentador, pero debemos
mencionar que la tasa de desempleo actual es del 4,6%. Significaría a primera
vista que es una tasa de empleo pleno (3), y
hay dos factores que definen esto: el primero es el estancamiento del
crecimiento nipón desde hace una década y media y otro es la deuda pública
japonesa que asciende a más del 230% del Producto Bruto Interno, exigible en un
futuro próximo con consecuencias no previsibles. Los economistas mundiales
están de acuerdo en que Japón estaría pateando la pelota para adelante. Mientras
Europa juega con fuego sociopolítico, lo de Japón es nada más un problema de
retoque contable, pero no menos peligroso.
Rusia
ha experimentado cambios significativos desde el colapso de la Unión Soviética
pasando de ser un país con una economía aislada y de planificación centralizada
a tener una economía globalmente integrada, por eso pretende expandirse al
mundo. Los rusos con Vladimir Putin a la cabeza saben que el capitalismo ha
vencido la guerra fría, pero todavía quedan en Rusia problemas étnicos sin
resolver que hacen que se retrase ese “milagro ruso”.
Lo
mismo sucede con países como Corea del Sur, preocupada más en los estados de
ánimos de Kim Jong-un, el líder de la Corea del Norte, que en su economía. En
Corea del Sur las empresas multinacionales son las que equilibran la economía
del país. Los tigres asiáticos (Singapur, Malasia, Hong Kong, Filipinas, Indonesia
y Tailandia) también están estancados en su economía, más ahora que Vietnam se
abrió a la economía abierta capitalista, paradojas de la historia: el único
país que le ganó una guerra al capitalismo hoy es la principal economía abierta
del sur de Asia.
Ahora
también es cierto que los millones de dólares están en manos de empresas
multinacionales, empresarios que ni saben cuánto tienen en sus cuentas, cada
vez más “billonarios” (4). Ellos no tienen banderas
ni patria y muchos de los gobiernos de los países que se nombró están a veces
atados a lo que estas multinacionales o empresarios decidan para el futuro de
cada uno de ellos. Pero también es cierto que necesitan de sus países para
expandirse en lo macroeconómico, ese poder se traduce en fuerza militar, casos
como las guerras en el medio oriente, Irak, Afganistán y la histórica Siria son
ejemplos actuales de ello. Por eso, esos capitales no pueden desatender las economías
de sus países porque ello significaría perder la “manu militari” (5).
Hoy,
a varios meses de aquel vaticinio de lluvias de dólares e inversiones, se ve
como algo impensado que suceda. El número que necesita la economía argentina se
sabe es de 32.000.000.000 dólares, es la cifra de divisas estadounidenses que, el
economista de Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (F.I.E.L.)
Daniel Artana en abril de 2016 había predecido, tendría que ingresar al país. Esa
suma es para que las cuentas comiencen a recuperarse, el aparato productivo se
comience activar y descienda el desempleo que al día de hoy se encuentra en
alza según siempre fuentes oficiales en el 7,5%, de la población económicamente
activa con un 32,3 % de pobreza, con lo cual se ubica en el podio del desempleo
en tercer lugar y de pobreza regional en unos de los primeros lugares.
Alfonso
de Prat-Gay, ministro de Hacienda y Finanzas Públicas de la Nación y Federico
Adolfo Sturzenegger, presidente del Banco Central de la República Argentina,
comprenderán que el mundo se maneja con un concepto geopolítico, como ya
dijimos, nada se hace al azar, y todo repercute. No alcanzan promesas, el
capitalista de hoy conoce los indicadores más sensibles de un país o de una
región y sabe proyectarlos a futuro para obtener sus ganancias. Por ejemplo, con
índices en la República Argentina para 2016 donde se estima que la inflación
alcanzará el 37,4%, el déficit fiscal un 4,8% y que el P.B.I. caerá un 1,9%,
cifras que hacen pensar a cualquier inversionista moderado.
Lo
mismo ha sucedido con el blanqueo o el retorno de capitales de argentinos en el
exterior, no por nada tuvieron que ampliar la fecha de vencimiento de dicho blanqueo
contemplado en la ley 27.260 que no ha dado los frutos esperados hasta hoy,
nadie trae sus ahorros.
El
mundo como vimos está en severa recesión económica, el avance tecnológico crece
y perfecciona a este mundo pero deja a cambio a miles o millones de personas
sin sus fuentes de trabajo.
En
cuanto a lo nacional, que las inversiones lleguen parece más un deseo de los
argentinos que una realidad, acaso ¿nos encontraremos ante la remake criolla de
la película española? ¿Tendremos por final escuchar palabras como la del
alcalde del pueblito español justificándose por su promesa incumplida? “Como
alcalde vuestro que soy, os debo una explicación, y esa explicación que os
debo, os la voy a pagar. Que yo, como alcalde vuestro que soy, os debo una
explicación, y esa explicación que os debo, os la voy a pagar, porque yo, como
alcalde vuestro que soy...” ¿O nos inundaremos de verdes billetes sin saber qué
hacer con ellos?
NOTAS:
(1) El Plan Marshall: oficialmente
llamado “European Recovery Program”, ERP, fue una iniciativa de Estados Unidos
para ayudar a Europa Occidental, en la que los estadounidenses dieron ayudas económicas
por valor de unos 13.000 millones de dólares de la época para la reconstrucción
de aquellos países de Europa devastados tras el conflicto de la Segunda Guerra
Mundial.
(2)
Geopolítica: Estudio de la vida e historia de los pueblos
en relación con el territorio geográfico que ocupan y los factores económicos y
raciales que los caracterizan.
(3)
Pleno empleo: El pleno empleo es un concepto económico que
hace referencia a la situación en la cual todos los ciudadanos en edad laboral
productiva —población activa—, y que desean hacerlo, tienen trabajo. En otras
palabras, es aquella situación en la que la demanda de trabajo es igual a la
oferta, al nivel dado de los salarios reales, un índice hasta el 5% de
desempleo en una sociedad es tomado por economistas como que existe pleno
empleo.
(4) Billonario: En la escala numérica larga utilizada tradicionalmente
en español, y en la mayoría de los países de Europa continental, un billón
equivale a 1.000.000.000.000, esto es, un millón de millones.
(5) Manu Militari: La
expresión latina manu militari significa literalmente con mano militar, es decir,
por la fuerza de las armas. Normalmente se emplea con el significado de “por la
fuerza” o incluso “con mano dura”, sin andarse con contemplaciones, ni
justificaciones sobre el acto realizado.