Por Aurelio Nicolella
No es la grieta o la economía o los mercados externos, no, nada de eso, es el sistema político argentino, tenemos un sistema republicano presidencialista en donde no se encuentra balanceado las fuerzas de poderes, por eso el vacío de poder que está sufriendo hoy el estado argentino.
En un sistema presidencialista
deben existir como mínimo dos fuerzas equilibradas en poder como el sistema estadunidense
en donde los partidos Republicanos y Demócrata (bipartidismo) se dividen el
poder, por ello es muy difícil que el exista un vacío de poder si uno de ellos
pierde las elecciones de renovación o medio término.
En el caso argentino hoy podemos
decir que existe solamente un partido político bien conformado, aunque a veces
atomizado, el partido Justicialista, el Radicalismo como confrontador en el
balance de fuerzas, ha dejado de serlo desde aquellas elecciones intermedias de
1987 en donde la renovación justicialista se alzó con las elecciones y el mayor
distrito del país, la provincia de Buenos Aires.
Por eso es que solamente desde la
restauración de la democracia en 1983 en la República Argentina solamente los
gobiernos de bandería justicialista han podido llegar a concluir sus mandatos, aunque
haya perdido las elecciones intermedias como el 1997 el gobierno de Menem, o en
2009 y 2013 el gobierno de Cristina Elisabet Fernández y sin embargo llegaron a
completar el mandato y el caso de Cristina E. Fernández renovar el mandato el
2011. Totalmente lo contrario al radical de la Alianza Federal Fernando De la
Rúa que habiendo perdido las intermedias de 2001 debió renunciar un mes y medio
más tarde, sin olvidar que Raúl Ricardo Alfonsín debió entregar el poder seis
meses antes que concluya su mandato.
En la Argentina actual se repite
el mismo axioma donde en las elecciones primarias el gobierno actual perdió la
elección, aunque pareciera no tan importantes fueron fundamentales y provocaron
el vacío de poder que sufren los argentinos, que desgraciadamente se refleja en
la economía del país.
Muchos analistas políticos pensaron y el que escribe estas líneas también lo sostiene, que eran más que unas elecciones primarias donde se dirimían candidaturas, era un plebiscito a la gestión de la administración de Mauricio Macri, y como todo plebiscito es importante porque es la opinión del ciudadano.
¿Porque el ciudadano no refrendo
con su voto al oficialismo?, es variado, desde la crisis económica que les
afecta a la falta de seguridad, muchos pueden ser los motivos de su voto en la
urna.
Entonces no eran unas simples
P.A.S.O. fueron mucho más y eso produjo la hecatombe que hace surgir el vacío
de poder, dejando desde ya las nefastas palabras del Presidente Macri y de
muchos de sus socios, queriendo explicar la derrota.
Siempre sucederá este vacío
mientras el único partido político de Argentina no esté en el poder. Muchos
constitucionalistas comienzan a proponer que lo ideal sería reformar la constitución
y comenzar a pensar en un sistema republicano parlamentario, más teniendo en
cuenta seguramente que con el tiempo el mismo partido Justicialista no quedará exento
de terminar como el radicalismo.
En el sistema parlamentario el vacío
de poder es suplido por el jefe de estado, el presidente en las repúblicas o el rey en las monarquías, quienes
inmediatamente buscan solucionar ese vacío de poder, llamando al vencedor de
las elecciones a formar gobierno con alianzas de otros partidos si es necesario.
Es bueno acotar que el presidencialismo es el peor de los sistemas, es nefasto. Es un traje hecho a la medida de los Estados Unidos de América, donde el sistema de gobierno está teñido con elementos históricos y religiosos.
De las veintidós democracias estables existentes en el mundo, tomando como parámetro aquellas que han durado cincuenta años o más ininterrumpidamente, veinte son parlamentarias, y este dato algo nos tiene que decir. A primera vista parecería que el parlamentarismo presenta una mejor opción que el presidencialismo.