Por Aurelio Nicolella
Aunque aún no llegamos a los cien días de la administración Milei, podemos ya tener un pantallazo de la situación a la que nos lleva el nuevo gobierno, Javier Milei debutó en el gobierno mediante el DNU y ley ómnibus aunque a algunos le cueste creer está destinada al fracaso, no solo por lo inconstitucional sino porque el costo de los legisladores que lo aprueben será demasiado y no están muchos dispuestos a asumir semejante costo político, saben que se les acaba la carrera política con la cual hacen su diferencia. Pero no solo eso es parte del camino a lo que nos está llevando Milei.Nos hemos definitivamente
alejado de la posibilidad de ser parte de los “BRICS” el mercado que más va a
crecer en las próximas décadas, un desperdicio que constara poder volver a ser
parte. Todo ello en harás de pensar que alineándonos con los Estados Unidos de
América e Israel tendremos el camino allanado para poder comerciar con el gran
gigante del norte.
La verdad, es poco
conocimiento tiene el jefe de estado del entramado en que se encuentra el “Tío
Sam”, no le interesa hacer negocios con esta parte del mundo, la prueba que quién
vino en representación del gobierno estadounidense fue una Secretaria de
Agricultura de la administración Biden, a los estadounidenses no le interesa el
comercio con los países periféricos, debido a que debe invertir demasiado en
ellos para poder rentabilizar la inversión, y la situación intramuros de
Washington es calamitosa desde lo económico a lo social, por lo cual le
interesa de dichos países es que sigan bajo su esfera de influencia geopolítica
y no se le permita el ingreso a países como China o la Federación Rusa.
Por eso para congraciarse
con EE.UU. se ha tomado la actitud asumida por el gobierno libertario con
respecto a China, de ningunearlos primeramente con los dichos de Milei y luego
con actitudes como la de los panes dulces que dono Taiwán, o el recibimiento al
encargado de negocios por la Sra. Ministra de Relaciones Exteriores lo que
crispo a los chinos que ellos consideran a Taiwán como una provincia rebelde y
parte de la China Continental.
Para colmo de males llamo al
presidente de Colombia “comunista asesino”, por esos dichos Bogotá mando a
llamar al embajador colombiano en Buenos Aires, lo cual abriría un nuevo
conflicto ahora continental.