"Quiero más una libertad peligrosa que una servidumbre tranquila" MARIANO MORENO

“La libertad de expresión es como la salud: cuando falta se da cuenta uno de lo que perdió. Sin ella, el ser humano pierde la dignidad como tal. Por lo tanto, todos debemos luchar para conservarla y pasarla a nuestros hijos, como la mejor herencia" AURELIO NICOLELLA

Páginas

DOS FUNDACIONES UN MISMO PROPÓSITO

Por Aurelio Nicolella.

“Hacen de nuestra ignorancia el pedestal de su poder” Raúl Scalabrini Ortiz (Pensador, filósofo y periodista, argentino 1898 – 1959)
Para el ámbito sociológico y legal, la palabra “Fundación” significa un tipo de persona jurídica sin ánimo de lucro, que continúa y cumple la voluntad de quien la fundó, con el fin de divulgar ideas, contribuir a ayudar a sociedades o personas carentes de recursos económicos, sociales o culturales.

Muchas veces, las personas o las multinacionales crean una fundación, no con los fines mencionados sino con el fin de evitar o conseguir exenciones para pagar menos impuestos y tasas al fisco. Muchos países en el mundo lo permiten, algunas veces con ello descuentan dichas contribuciones fiscales por migajas que entregan a la sociedad o entidades o personas, por lo cual se benefician. 

A veces, como veremos más adelante, estas Fundaciones, exentas de Impuestos crean e implementan políticas del gobierno a través de miembros de su personal en posiciones de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial de un país como sucede en los Estados Unidos de América. Estas mismas fundaciones crean políticas educativas a través  de miembros de su personal en cada nivel de los sistemas educativos de los países a los que dice prestar ayuda voluntariamente. A veces, se logran filtrar miembros de estas mismas fundaciones para  controlar también doctrinas religiosas de las distintas creencias de la humanidad que estorban su política de dominación; lo hacen  a través de los integrantes miembros de su personal, poniéndolos en posiciones claves en dichas organizaciones. Como siempre comienzan con la ayuda económica.

En las muchas fundaciones que existen en el mundo, las hay de todos los gustos y colores, desde políticas y religiosas, hasta deportivas y nacionales, pero  hay dos que son popularmente conocidas, y además han trascendido las fronteras de su país de origen. Una es la “Fundación Rockefeller”, fundada en 1913 por  John Davison Rockefeller, el multimillonario y  filántropo estadounidense, y la otra es la “Fundación Ford”, que vio la luz en 1936 por Edsel Ford, el hijo del famoso Henry Ford, creador del imperio Ford Motors.

Ambas fundaciones u organizaciones tuvieron, amén de descontar impuestos ante el poderoso fisco norteamericano, donaciones y administraciones de fondos para propósitos científicos, educativos y caritativos para el bienestar mundial. Con el tiempo, la fundación Rockefeller, después de la crisis de 1929, se destinó principalmente a girar hacia la propagación de las bondades del sistema capitalista; todo lo liberal es y será difundido como principio rector de dicha fundación, así es uno de los pilares del partido Republicano de Estados Unidos. Sus donaciones hacia el mismo a veces son abiertas, otras, menos publicitadas. También dicha fundación tuvo mucho que ver en la famosa Guerra del Chaco en América del Sur, ya que en dicha contienda Paraguay y Bolivia se disputaban el Chaco Boreal donde se creía que existían reservas de petróleo abundantes. Los Rockefeller, que manejaban abiertamente el negocio de los hidrocarburos, eran dueños de la “Standad Oil Company” y no dejaron de ver un negocio en estas tierras. 

También fueron de la partida en el Afganistán de los años treinta, como en el Irán de la década del cuarenta y cincuenta, ayudando encubiertamente con la CIA estadounidense al famoso golpe de estado para derrocar al gobierno del primer ministro Mohammed Mosaddeq y su gabinete, la famosa “Operación Ajax”. Asimismo existen versiones de que negociaban secretamente con el tercer Reich, ya que llegaron sus integrantes a suponer que los nazis podían ganar la segunda guerra mundial.

Apoyaron en América Latina, algunas veces a voces y otras a “sotto-voce”, cuanto quiebre institucional ocurriera en la región. Hoy abiertamente destinan millones de dólares a sostener cátedras en distintas universidades del mismo, como así también a colaborar monetariamente con organizaciones gubernamentales o no gubernamentales que difundan los pensamientos de la economía de libre mercado. Pero, últimamente, se ha acusado a esta fundación de propagar el pensamiento del “Nuevo Orden Mundial”, que basa su teoría en la implementación del mercado único. No por nada el lema de John Davison Rockefeller es "La competencia es un pecado, por eso procedemos a eliminarla, no trabaje por el dinero, deje que el dinero trabaje por usted”

Para el sociológico estadounidense James Petras, no llama la atención que la agencia gubernamental estadounidense CIA utilice fundaciones filantrópicas como el conducto más efectivo para canalizar grandes sumas de dinero a proyectos de la Agencia sin alertar a los destinatarios sobre su origen. Desde principios de los años cincuenta al presente, la intrusión de la CIA en el campo de las fundaciones fue y es inmensa.

En cuanto a la Fundación Ford, la misma, por haber nacido años después de la primer guerra mundial, se enfocó más hacia lo socio-político que lo económico como lo hizo en cambio la Rockefeller en sus comienzos. Así, en su iniciación lo social primó. Ayudó a comunidades carentes de recursos, pero finalizada la contienda mundial de mitad del siglo pasado y entrada en la guerra fría se destinaron los recursos de dicha fundación a defender los ideales de la vida americana sobre las amenazas latentes: el comunismo y la religión Católica Apostólica Romana; la primera porque amenazaba las instituciones republicanas que ya estaban dominadas por los grupos de poder y la segunda porque su existencia hace imposible la penetración de los ideales liberales. Ambas constriñen el camino de implementación del Nuevo Orden Mundial. Será por eso que el lema secreto es: “El principal campo de batalla es la mente del enemigo”.

Así, el Chile de Salvador Allende Grossens vivió en carne propia la injerencia de esta fundación. Como la CIA no podía mostrarse abiertamente en contra del gobierno de la Unidad Popular, la fundación entró a ser la que sostenía económicamente por su intermedio las huelgas de los camioneros y transportistas chilenos. También se la acusa de donar dinero en la campaña contra James Carter en 1979 a fin de que este perdiera las mismas a favor de Ronald Wilson Reagan, más conservador y abierto a levantar las restricciones de ventas de armas a las dictaduras militares de América Latina que violaban los derechos humanos.

También se la acusa de divulgar y promocionar, indirectamente a través de organizaciones y asociaciones privadas, abusos sexuales cometidos y violaciones a  los derechos humanos cometidas  por el clero católico; pero lo cierto es que calla en cuanto a los cometidos por otras organizaciones religiosas, sociales o políticas. A tal fin, muchas de estas organizaciones no gubernamentales reciben fondos a través de donaciones de cheques de la Fundación Ford. 
Así, la CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales) de Argentina, lo ha reconocido a través de unos de sus dirigentes, Horacio Verbitsky,  lo que explicaría su posición abiertamente anticatólica.

Estás multifundaciones no son nada más que fachadas para imponer un sistema en el que ya no se habla de implementar un estado socialista,  sino en hacer desaparecer al estado, nación o sociedad, a fin de que todo el mundo quede en manos de cien o doscientas corporaciones globalizadas.