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MUSULMANES Y APOSTASÍA LA GRAN ENEMIGA DE LA IGLESIA CATÓLICA


Por Aurelio Nicolella 

Es sabido que el islamismo crece a pasos agigantados tal es así que desde 1950 a nuestros días en poco más de cincuenta años en el viejo continente, Europa, a crecido en un 300%, y entre los países que mas ha crecido se encuentran precisamente los países euro-católicos, tal el caso de Francia y principalmente Italia, en este último país es viable ver que las estadísticas a futuro llevarían a que en cuarenta años más el país de Dante Alighieri se convertirá en una mayoría musulmana, lo cual hará que la Santa Sede el Vaticano, centro del catolicismo romano, se ha un enclave en el mundo musulmán. Varios factores son los que propician este nuevo panorama mundial, el primero es la baja tasa de natalidad de los europeos contra los musulmanes emigrados y establecidos en Europa, se calcula que es de uno a cinco, además la mujer cristiana o de raíces cristianas europea, que se casa con un musulmán adopta la religión de este último, y como este es practicante de su religión la incorpora a la misma con lo cual sus hijos son ya europeos de religión musulmana, algo impensado cincuenta años atrás.

No por nada la Iglesia Católica Romana europea apoya todas las conductas política gubernamentales que tienden a poner un freno a la inmigración ya sea clandestina o cultural, por ello es que el premier italiano Silvio Berlusconi, considerado por muchos como el más xenófobo de los gobernantes europeos es tan apoyado por la curia italiana, permitiéndole o haciendo la vista gorda a la forma como privadamente se comporta, haciendo orgías en sus residencias, una forma poco cristiana de vivir.

En Francia hemos visto como paralizaron los jóvenes musulmanes varias ciudades galas cuando se produjo la revuelta en el año 2007, lo que demuestra el poder de esta generación que aunque sus padres eran inmigrantes, ellos ya se consideran ciudadanos con plenos derechos.
¿Cuál será el futuro de la Europa contemporánea?, al día de hoy es una incógnita, lo cierto es que Europa cambiará de mayoría religiosa, aunque a muchos prelados no le guste la idea. La curia romana lo sabe desde hace tiempo por eso mismo, la designación de un Papa con acento conservador, como Joseph Ratzinger, imposible de que consienta que Europa y principalmente los países mediterráneos, se conviertan al Corán, mas pensando que todos ellos con mayoría católica sean la nueva Meca del panislamismo. Hay un sector de la Iglesia Católica que ha hecho una autocrítica, y es que la iglesia abandonó, por culpa de la conducción eclesiástica a sus miembros, se dejó estar en la evangelización no solo en otros puntos del mundo, si no lo que es mas grave la evangelización diaria que se le debe dar al que es cristiano, pensando que solo el bautismo a una persona le convierte en catolico cristiano es propio un pensamiento medieval sin sustento moral ni religioso, basta leer el evangelio para darse cuenta que el cristiano se elabora cada día. Estas prácticas fueron olvidadas por los clérigos y por ende por el católico común, al abandonarse el pilar fundamental del cristianismo es que dicho espacio, religioso o espiritual podremos llamarlo es ocupado por otros, en este caso por la religión musulmana. Se dice que el filósofo musulmán Ibn Jaldún ya fallecido había manifestado a sus discípulos que los musulmanes debían concluir el mandato de “Alá” y llevar la luz del conocimiento o sea “el Islam” a los herejes del norte. ¿Será así el futuro europeo, veremos a las mujeres europeas con chandor y a los hombres con túnicas?

Si en Europa la gran enemiga del Catolicismo Romano es la religión musulmana, para otro continente o mejor dicho subcontinente como el nuestro América Latina es la apostasía*, que es nada más y nada menos que la negación, renuncia o abjuración a la fe en una religión, para la Iglesia Católica Apostólica Romana esta es la única forma en la cual una persona deja de pertenecer a dicha fe.

Este fenómeno impensado para el subcontinente latinoamericano tan solo hace un par de décadas se encuentra en aumento, tal es así que es el tema más preocupante entre los obispos en sus reuniones, se dice que el tema preocupa y mucho, el católico latinoamericano que mas apostata, es aquel segmento que mayor educación ha tenido, quedando todavía casi nulo en la gente de menos recursos educativos y mas necesitados económicamente, ello debido a que existe una barrera infranqueable, la superstición que buena parte de dicha gente tiene sobre ello, temor a que si realizan un acto de dicha envergadura se encontraran maldecidos y serán dejados de lado familiar o socialmente, cosa poco probable que esto suceda entre el sector mas educado latinoamericano.

Pero igual, el fenómeno de la apostasía existe y va en crecimiento muchas religiones cristianas de las denominadas protestantes, han visto en ello, últimamente una forma de presionar el poder que en muchos países de la región tiene la Iglesia Católica, entonces a sus nuevos fieles estas iglesias les hacen apostatar en la fe católica.

El país en donde mayor cantidad de apostasías se ha llegado a realizar es Argentina, ello debido fundamentalmente al grado de educación de su población en cambio en países centroamericanos el fenómeno es casi desconocido para alegría de sus obispos y clérigos, pero en el país sudamericano es el temor de la curia y el poder eclesiástico, para la propia Nunciatura Apostólica (especie de embajada del Vaticano en ele país) es un tema preocupante, la Santa Sede tiene firmado un concordato mas que favorable con Argentina, que viene de la época de la dictadura militar, a tal punto que el país sudamericano es uno de los pocos que subvenciona con fondos del erario público los sueldos de la jerarquía eclesiástica nacional.

Pero como dijimos el fenómeno ya esta instalado en el país y tal es así que no solo en Internet se encuentra paginas que invitan a la población católica a apostatar sino que se ha llevado este año frente a la sede del Arzobispado de Buenos Aires una presentación colectiva de personas, en la que hizo llegar a la Iglesia Católica Argentina un manifiesto de apostasía colectiva, fundados en la ley nacional de habeas data de raigambre constitucional en la República Argentina.

Tal situación hizo que salieran a debatir Monseñor Héctor Aguer, ex- Arzobispo de La Plata, donde comentó que se encontraba "sorprendido" de una "campaña de apostasía colectiva" que se había iniciado y que –dijo- "intenta desarraigar nuestra fe", se debe decir que la curia argentina no fue afortunada en mandar a dicho arzobispo a tratar de rebatir la polémica, ya que este último se encuentra cuestionado desde el año 2003, por católicos y no católicos por haber pagado la caución personal de un millón de pesos a favor del banquero Francisco Trusso, condenado a ocho años de prisión por maniobras fraudulentas a través del Banco Crédito Provincial y constituyéndose él personalmente como fiador personal del imputado.

¿Pero cuál es el temor de la Iglesia Católica Argentina, por este fenómeno?, primero y fundamental que no se pierda el factor de poder que mantiene en el sociedad argentina y en los gobiernos de turnos, el poder de decisión es muy grande cuando se trata de negociar leyes, cuestiones de estado y hacer oír su voz, el hecho de manifestar y documentar que el casi 90 por ciento de la población del país es católica por haber sido bautizado al día de hoy influye, distinta sería si los datos se adecuarán a la realidad, estudios realizados por el CONICET oportunamente, han demostrado que solamente el 10 por ciento de ese 90 por ciento es practicante de la fe católica y que un porcentaje de solo 50 por ciento de ese mismo 90 por ciento toma a la religión católica como un evento puramente social y que no influye en su vida la religión católica, y el resto del no le interesa ni mínimamente la religión católica ya sea por ignorarla completamente o por haber ingresado a otra fe religiosa. Entonces si la realidad sería que solamente el catolicismo sería en la Argentina solo el 10 por ciento evidentemente no solo decaería la cantidad de fieles sino también el poder de dicho sector en la vida institucional del país.

Lo cierto es que tanto en Europa como en América latina la Iglesia Católica Apostólica Romana tendrá en los próximos años una tarea en la cual deberá hacer frente con todos sus recursos, incluidos sus fieles a fin de recuperar con los hechos lo que hoy está en duda.


*La apostasía es la renuncia a la fe cristiana recibida por medio del bautismo. Es decir, el abandono explícito y voluntario de los dogmas y creencias de la Iglesia que, se supone, son infundidos durante el “sacramento” del bautismo por la “gracia” del Espíritu Santo, independientemente de que en ese momento el interesado pueda no tener consciencia de ello, ni posea capacidad crítica para decidir si deseará o no algún día abrazar libre y voluntariamente dicha fe. Por extensión, la apostasía también puede considerarse, en general, como el abandono de la fe o de la religión que se profesa.
La declaración de apostasía es el único medio que la Iglesia Católica reconoce para que una persona bautizada deje de pertenecer a ella de forma voluntaria, ya que el apartarse de la práctica religiosa (algo bastante común hoy en día) en ausencia de una manifestación formal de rechazo de la fe no comportaría para la Iglesia ninguna situación especial.